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Escritoras para el Nuevo Milenio XIV

Corazón de fuego *
pieza para delirio epistolar escénico


Por: Carla Patricia Quintanar

personajes:
la actriz – interpreta el monólogo: entrega su carne al cuerpo del texto: encarna en su aliento el verbo: es su voz el escenario. representación del cuerpo femenino.
la escritora – quien previamente lo ha escrito, para decir de un hombre lo que se no se atreve a pronunciar de viva voz (para no abrumar a nadie, oculta la mujer en la ficción). se trata de la señora c (domicilio Conocido), por cuyas letras habla su delirio, posesión diabólica, motivo por el cual se ha internado en la ausencia de la carne: representación del espíritu femenino. ella había escrito, pero lo borra: “¿¿¿Apreciable caballero, el que ha de ser, cualquiera que sea su nombre y su rostro…

Mi delirio resultaría inconfensable de no ser porque no existo. No podría nombrarme frente a usted si no es por intermediación de la fantasía: yo no soy yo. Eso es claro para cualquiera: yo, aquí, no soy yo.

Este lugar, tampoco es. Son palabras, no cosas, mucho menos almas. Palabras. Por eso: en esta sílaba estaría el océano en clamor, mis piernas tallada por la arena, los pies sumergidos en la tibieza del agua siempre nueva del mar; corazón acuático este acento, para afirmar el ocaso y, por artilugio del sustantivo, extender una cortina de gasa, a la derecha, para cubrir la escena; pronunciar el vocablo mesa, y sería pequeña, botellas de cerveza, vacías sobre ella, recién bebidas. Luna plena y amarilla, por supuesto.

Es claro para usted: yo no soy yo. Y es justo esta claridad la materia de mi locura. Es que no cae mi corazón en un pozo oscuro, no se despeña por el abismo de la incertidumbre, es que no es eso. Es la claridad de incendio quien me enloquece: yo no soy yo. Y aquí no es la playa donde me encuentro hablando al mar. No es la noche donde cuelga la víscera de mi voz, como una cortina de gasa, a la derecha de la escena.

Yo no soy yo, sólo represento: la carne de mi entraña es signo donde habita la palabra de otra. La palabra que otra loca ha escrito, en otro momento de locura, para encarnarme yo, aquí, en la palabra loca, y ser la que no soy. Y repetir, como eco en pálpito, cada una de sus palabras. Eso es claridad y es locura.

No, no es metafísica. Entienda: tampoco soy un espíritu etéreo: soy carne: corazón en llamas. Las palabras poseen mi espíritu; encarnan en mí la voz y sólo por eso puedo hablar de frente, sin temor al miedo por el verbo que se me ha encomendado decir, mi voz heraldo de otra loca hablando a solas frente al océano en clamor, cortina de gasa, luna amarilla, sus pies hundidos en la suave arena. A la derecha, también la mesita y las botellas de cerveza vacías.

Soy la víscera voz, y soy la carne de mi corazón en flama, y no soy. Y usted no es el oleaje de la mar en clamor, pero de todos modos: ella se sienta sobre la arena y susurra… Escuche… Ella susurra al mar, palpitación de mar… Escuche… Parece un sonido de campanillas, cascabeles, gaviotas, orlas de agua siempre nueva, sonido metálico… Escuche bien, porque aquí nada es, ni el sonido es de campanillas… Es que ella hurga entre las botellas de cerveza vacías: en la mesita también hay papeles viejos…Crujiría entre sus dedos el papel, como el fuego al consumir, y debieran ser pergaminos, antiguos mapas de los continentes perdidos, salmos de abracadabra; debieran ser al menos partituras, pero son hojas arrancadas de un cuaderno a rayas, rayas marinas, rayas de horizonte en ocaso, las rayas en blanco de un corazón detenido…

Escuche el quejido leve del papel: crujir de fuego intenso; el tintineo que no es de campanillas sino las botellas de cerveza vacías, al chocar entre la torpeza de sus dedos hurgando entre el caos primigenio, representado por la mesita, dispuesta a la derecha, junto a la cortina de gasa.

Y al fin encuentra ella la daga…

Yo no soy yo. Usted no es la marea extendida hacia mis tobillos, los que serían de ella, agua tibia entre sus pies hundidos, en la arena. Pero ella sí que ha encontrado la daga, el filo del acero, el filo de la noche, el filo de la mar en clamor.

Yo no soy yo. Ni soy la otra. Pero ambas estamos locas de claridad. Nuestro corazón en incendio. Y es la sangre de esta luz la materia de nuestra locura. Ella será quien meta las hojas blancas en las botellas de cerveza vacías y, adivina usted bien: ella será quien las arroje al mar. Y así la mesita quedará limpia de ilusiones, lista para la operación. Usted será la mar en clamor, testigo del ritual. Yo seré el corazón, abierto, expuesto a su arrítmico placer de silencios silábicos.

Ella se recuesta sobre la mesita.

Ella eleva la daga sobre su pecho de gasa.

Operación a corazón abierto.

Corazón fosilizado. Siempre Sagrado el Corazón. Corazón de cisne.
Corazón primitivo tambor. Corazón en flama. Inflamado corazón.
Corazón en humo y vuelo mariposa. Corazón corazón. Corazón en orgasmo. Corazón quimera. Corazón profano. Corazón. Mi corazón en espera.
El suyo corazón.

Ella rezará una oración en futuro perfecto.
Corazón en formación
Corazón de Gólem esperando el soplo del verbo.

Y en mi delirio, contarle un cuento:
Que le he visto a usted, en luna de acuario, amarilla luna, bajar en lluvia por mis sienes enloquecidas. Retumbar de lluvia sobre el bosque, y es mi corazón el cause de la maravilla: sí veo el río, no es que carezca yo de juicio, no se centra en ello mi locura, no se trata de que no sepa distinguir la realidad de la ficción: sí veo el río, pero a lente de su imagen, señor mío, puedo ver caballos salvajes trotando entre el oleaje. Percibo, por supuesto, la magnificencia henchida de la luz del sol, pero a través de su reflejo en mi instante es que puedo ver las musas bajar en canto por los rizos del tiempo. Es que sí sé que esta palabra no soy yo, que se trata de un artificio, pero a la letra de su recuerdo mi oración se vuelve murmullo de sirenas.

Y en mi delirio, quejarme ante su placer:
Que le he sentido en la piel, bajo mi sangre, abierta en dos la persiana de mi sexo, para dejar entrar el ritmo lumínico, el tambor primitivo de mi corazón entraña. Y es mi piel arena y usted aparece, sumergido en reflejo de luna plena sobre el cristal del agua. Se levanta una ola henchida sobre el mar, y es su cuerpo al arrojarse sobre la arena de mi vientre. Las orlas de sus piernas lamen su enredo entre las mías. La onda suave de sus dedos arrastra una estela húmeda por mi cuello, ancla su bandera en mis pezones, limita el orificio de mi ombligo y es espuma salina cuando al fin rompe su oleaje al centro de mi estirpe quejido de viento. Soy nácar y roca pulverizadas, partículas prehistóricas rugiendo entre el remolino de una ola y otra ola y una más al romper su canto de furia entre los pliegues de mi caracola abierta. Es destello y ceguera de fuego acuático. Miles de pececillos en expulsión por mi aorta, y hemos engendrado el reino de los monstruos marinos, un par de mitos a la orilla del amanecer en calma, posesión de arena, maderos fragmentados de un barco encallado… Callado mi corazón el signo de su dueño.

Y en mi delirio, confesarle:
Que he pecado de pensamiento y le he pensado desnudo. Que he pecado de palabra y le he nombrado en voz alta. Que he pecado de obra y le he escrito estas líneas. Que he pecado de omisión y no he dicho la palabra verdadera… Confieso que es mi corazón la flama eterna donde se retuercen los signos de mi frágil tiempo, que he blasfemado y que ésta es la peor parte de mi locura, señor mío: he caído en el pecado del lugar común, no pueden mis palabras ser sino el más común de los lugares jamás escritos: blasfemo todo el tiempo, hablo en un idioma que no reconozco, el lugar más vacío del cosmos: el lugar común. Hablo con maldiciones al viento: lo quiero, quiero poseerlo, y que sea mío el amor, que derrame la pasión su cuerpo en las hendiduras de mis pliegues… Y, claro: viene la escena donde le chillo a la luna, donde le atranco un verso al filo de la noche, levanto la daga y muestro el corazón desnudo: quiero ser bestia nocturna y cabalgar por la playa sobre el lomo de un toro blanco, yo abierto corazón, usted debajo mi sangre… Y me postro en estas oraciones gramaticales, para salvarme, pero viene a mi voz otra blasfemia, y sólo puedo rezar: cercanía de la carne suya, intermediación del cuerpo suyo, mi deseo palpitación de luz, batir de versos en taquicardia, pecaminoso resuello de vulgares adjetivos.

Porque, mire usted, es muy claro y muy sencillo: me late, me late usted…

Y el corazón me late en nombre de ella, y de mí, y de todas las que no soy. En el nombre de cualquier amante se incinera y es ceniza el corazón fénix de la poesía, pues la frecuencia de mi retórica sólo me sirve para volver, una vez y otra, sin remedio, a la blasfemia del lugar común, la materia misma de mi locura: antes de Freud y Jung, antes de la neuro-química y el mantra, yo hubiera tenido que decirle, simplemente: lo amo… y que ha sido necesario sacarme a voces el corazón del cuerpo y ser quien no soy para nombrar la palabra amor, la única nomenclatura posible, la más precisa y simple y clara para hablar del corazón, incinerado en el silencio del ritual escénico de todas nosotras, las encarnadas: por eso la mesita y el papel, la botella de un adverbio vacío, arrojada a la mar en verso, la gasa de unas letras para envolver un corazón en pleno uso de su libertad sintáctica …

Y escuche, que aquí nadie es…

Escuche…

¿No es siempre nuestro el primer pulso del instante, misterio cardiaco del verbo creador?

¿No es latir de entraña, gemido interior de la carne, corazón de dos, amor-des-amor en fin, el rítmico artilugio obsceno por el cual usted y yo hemos encarnado aquí, en la placenta de esta oscuridad…
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* Corazón de fuego es una pieza narrativa no-dramatúrgica inspirada en la serie Corazones en libertad, del artista plástico Edgar Vázquez; puesta en escena bajo la dirección de Alonso Barrera e interpretada por la bailarina y actriz Alicia Fernández; un montaje diseñado para el proyecto Potaje exótico No. 2 Interiores con corazones: ejercicio de diálogo interdisciplinario entre artes, producido por el colectivo NIX Imaginarios Creativos, en noviembre de 2008 en la ciudad de Querétaro, México, con la participación de 18 artistas interactuando en un mismo espectáculo.








Carla Patricia Quintanar
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Querétaro, Qro. México. 1971

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quimera-sentipensante.blogspot.com






Maestría en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma de Querétaro. Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por el ITESM, campus Querétaro. Premio Nacional de Literatura Efraín Huerta 2003 y Premio de Fragmento de Novela de la revista Punto de partida de la UNAM (2001). Autora del Recetario didáctico para una vida sensata (UAQ – SUPAUAQ 2000), y de los materiales didácticos Directorio ortográfico y Acordeón ortográfico (COBAQ 1997). Jurado del Primer Premio Nacional de Cuento Rafael Ramírez Heredia 2008 (Ayuntamiento de Tampico). Aparece en la antología Nosotras y las palabras, escritoras en Querétaro (La otra banda 2007) y en la de Relato Hiperbreve Míranos (Fundación de Derechos Civiles de España 2002). Participa en el CD interactivo Literatura Queretana Multimedia. Traducida al francés en la revista Texte. Nouvelle revue littéraire des Amériques (Montreal 2004). Ha coordinado talleres de narrativa y ensayo para la Escuela de Laudería del INBA, la Universidad Autónoma de Querétaro, el Museo de la Restauración de la República de Querétaro, la Escuela de Escritores de Querétaro, el Centro de Formación Artística y Cultural de Querétaro, como invitada a la Feria del Libro de Tampico 2006 y para Talleres La Mancha (México D.F.). Ha obtenido las becas del APOYARTE 2008 (apoyo a la producción artística del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes), del Programa de Intercambio de Residencias Artísticas México-Québec (FONCA 2004), del Programa Jóvenes Creadores (FONCA-2002) y del Programa de Estímulos a la Creación Artística del Estado de Querétaro (2000). Participó en el 2º y el 3er Encuentro de Escritores en la Región de los Ríos (Palizada, Campeche 2007 y 2008) y en el Primer Taller Regional de Narrativa impartido por el escritor Mario Bellatín (INBA - Instituto Cultural de Aguascalientes 2007). Participó en el XIII Encuentro Internacional de Escritores convocado en 2008 por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León. En 2009 fue invitada al ciclo Narradoras hispanoamericanas en el marco de la XXX Feria del Libro del Palacio de Minería en la ciudad de México. En 2008 coordinó el proyecto multidisciplinar Poesía para científicos, el cual reúne a investigadores, docentes y artistas en la idea de escribir ensayo para niños (apoyado por UNAM campus Juriquilla, Centro INAH Querétaro y la Escuela de Laudería del INBA). Es miembro fundador del colectivo NIX IMAGINARIOS CREATIVOS, cuya acción más destacada es la producción de la muestra artística interdisciplinaria POTAJE EXÓTICO, cuya segunda emisión obtuvo financiamiento del programa APOYARTE 2008 del Instituto Queretano de la Cultura. Este año 2009 promueve la instalación literaria Diálogo entre sábanas, la cual consiste de 50 sábanas con texto caligrafiado, un proyecto de fomento a la lectura y las artes donde participan 28 autores invitados, recopilados en el catálogo con el mismo título (UAQ - Calygramma - NIX 2008).